miércoles, 14 de septiembre de 2016

VIRGEN DE LA PEÑA DE BAEZA (DESAPARECIDA)

Cuando publiqué mi primera investigación sobre la desaparecida Virgen de la Peña de Baeza me pareció tan interesante su historia que no dejé de seguir investigando sobre ella. No me ha sido fácil localizar nuevos datos que arrojen luz si al día de hoy todavía existe dicha virgen, pues los datos son contradictorios dado que desapareció "supuestamente" durante la ocupación francesa.




De igual forma tenía un especial interés en localizar dicha fuente y conocer su estado de conservación (lamentable por cierto).





Pienso que Baeza como ciudad Patrimonio de la Humanidad debe cuidar más todos estos "lugares", pues también forman parte de su historia. Una historia muy bonita y que ahora os deseo transmitir.







Esta es una de las fuentes rurales nombradas por Fernando de Cózar y Martínez en su Historia de Baeza publicada en 1884, pero su antigüedad es bastante mayor. 

El mismo Cózar refiere en su obra cómo en 1592 la Virgen de la Peña fue hallada en “una cueva junto a la fuente de la Peña, camino de Baeza a Jaén; esta efigie antiquísima, según lo revela su escultura romana, debió ser escondida en aquel sitio por los cristianos cuando los árabes invadieron la península a principios del VIII”. 

El hallazgo fortuito de una imagen supuestamente anterior a la dominación islámica constituye un origen común con otras advocaciones de la ciudad, como forma de reivindicar la restitución del antiguo obispado de Biatia: así, la patrona, Nuestra Señora del Alcázar, la Virgen del Rosel y la Virgen de los Mártires.


La Virgen de la Peña no llegó a ser patrona de la ciudad, pero recibió culto solemne por parte del Concejo, ya que esta institución le levantó capilla propia en el extinguido convento de los Mínimos de San Francisco de Paula y ejerció derecho de patronato sobre ella, hasta que a finales del siglo XVII se arruinó dicho recinto y la imagen se trasladó a un camarín, seguramente propio de la familia Benavides, dueña de la capilla mayor de dicho templo. 


Según Mª Cruz García Torralbo, fue hallada por tres individuos que realizaban unas prospecciones ilegales en el Camino Real para buscar un manantial; desde aquel momento se tuvo “por cosa cierta que sea una de las que los cristianos escondieron en la entrada de los moros en España”.




Por su parte, Ximena Jurado, coetáneo a los acontecimientos, escribe en su Historia eclesiástica del reino y obispado de Jaen….: En el siguente año de 1592 por el mes de Agosto se manifestó y halló la devotísima Imagen de Nuestra Señora de la Peña, que se venera en el Convento de San Francisco de Paula, que llaman de la Victoria, en la Ciudad de Baeza, la qual se descubrió en el camino de Jaén en la Fuente de la Peña, metida sobre unas peñas en una cueva dentro de una caxa de piedra. Y se entiende ser vna de las Imágenes que los cristianos escondieron cuando la Pérdida de España.

Durante años, según se viene asegurando, la imagen estuvo en poder de particulares: un notario de Úbeda, el Arcediano y un escultor, quien la colgó en un clavo debajo de una parra en su domicilio, hasta que el noble y veinticuatro baezano Juan de Acuña y Valenzuela, se la quitó de las manos a una de sus nietas, la que jugaba con ella como si se tratare de una muñeca, colocándola en una hornacina.

A la muerte de esta familia, fue adquirida por el licenciado Francisco de Godoy, cofrade del convento de Nuestra Señora de la Victoria, quien la donaría con escritura pública al convento de los mínimos, mientras la ciudad pleiteó por su permanencia, alegando la titularidad del lugar donde se hallara.

Tras largo proceso y reconocido el derecho a los frailes, extendida su fama milagrosa, se le dio el nombre de la Virgen de la Peña, dado el lugar de su aparición y reconoció su patronazgo sobre la ciudad. Era 1616.

No queda a la zaga el testimonio que ofrece Rus Puerta, quien nos dice que “fue hallada un cuarto de legua junto al camino real de Jaén, en el sitio que llaman Fuente de la Peña, por el mes de agosto de 1592, buscando en una cueva un tesoro por las señas de una cédula que de grande antigüedad había venido de mano a mano a las de un arcediano de Baeza. Halláronla en una caja de piedra con unos papeles que entre las manos se deshicieron, sin poder leerlos".

Por cuanto a nosotros hace, sólo traer la noticia que diera López Pinto, cuando registra que el padre Juan Francisco de Villaba, párroco que fuera de Jabalquinto, aparte de su trabajo sobre la Santa Cruz de las Navas de Tolosa y el libro “Empresas morales y espirituales”, escribió también en particular Discurso del hallazgo de la Santa y Milagrosa imagen de la Virgen de la Peña, junto a la ciudad de Baeza, obra que no nos consta que fuera impresa, ni que sepamos, se conserve el referido manuscrito.







De ella, según cuenta, se sirvió el “Padre Fray Juan de Morales Cronista del Empitome que escribió de la fundación de la Provincia de la Andalucía, de la orden de mínimos del glorioso Patriarca San Francisco de Paula, quienes, en suma, ofrecen la siguiente tradición:

Que Juan de Vera, escultor, Francisco Truchado, Bedel que fue de las escuelas de Baeza, y el Licenciado Palomino clérigo vecino de Úbeda fueron a la Fuente de la Peña, término de la ciudad de Baeza por baxo del chercano camino de Jaén. Y comenzando a cavar en el sitio que les asigno una P(…) que lleuauan; y descubriendo vn edificio, al presente muy antiguo fabricado de Piedra labrada (a modo de Pila) cubierto y tapado con vna Losa grande asimismo labrada dentro de la cual hallaron una imagen de nuestra Señora con un niño en los brazos, labrada de talla de estatua de poco mas de dos tercias.





Es muy hermosa aquella santa imagen, aunque algo maltratada del tiempo pues paresce que de tiempo de Godos se ocultó allí: así como las demás imágenes, y Reliquias de Sanctos que por miedo a los Arabes fueron ocultadas como referí arriba. Y que aya sido de tiempo muy remoto lo dicen los papeles o Pergaminos que se hallaron tan podridos, y consumidos del tiempo que no dieron lugar a poder ser leydos.

Está hoy en Sancta imagen en el convento de la Victoria (frayles mínimos) de la ciudad de Baeza, colocada en una hermosa Capilla de que son Patronos la misma ciudad.

Antes de concluir, sólo registrar nuestra extrañeza ante el hecho de que las autoridades locales baezanas, tan interesadas en soleminar el culto a esta imagen y cuyo patronato presidían, frente a lo que fuera usual en las más de las villas y lugares, no dispensaron un tratamiento ornamental o símbolo especial a la fuente y a sus aguas-durante un tiempo tenidas como milagrosas-y siguió siendo, como lo es en la actualidad, una sencilla fuente rural con pilar abrevadero. Mas aún, resulta sorprendente que, frente a lo que es común, como hemos visto, no se convirtiera el lugar en espacio sacralizado, que el símbolo sagrado no lo transformara; algo que dota a la ciudad de Baeza de una idiosincrasia especial, con el encuentro de cuatro vírgenes sotorradas, todas ellas dentro del espacio urbano, ningúna con ermita o santuario edificado para su custodia y veneración, y cuyo culto y devoción alimentan-excepto a la Virgen del Alcázar, que pertenece al clero regular- las órdenes religiosas más influyentes de la ciudad: Virgen de la Peña, de mínimos (1592; del Rosario, dominicos; y de los Mártires, jesuitas, descubierta también por un familiar de ellos (1633) y como las referidas, excepto la del Alcázar, muy anterior, en la época barroca.




Una vez más, Baeza, la ciudad toda, resulta un espacio plenamente sacralizado.
Y mas aún. El hecho de que, desde su descubrimiento y durante años, la imagen de la Virgen de la Peña pasase por diversas manos privadas, las que no le otorgan ningún trato especial, nos muestra un caso plenamente atípico: la aparición no estuvo unida a manifestación sobrenatural alguna, ni es icono que pretenda difundir su devoción convirtiéndose en signo o referente como intercesor-igual le acontece, como recordaremos, a la también imagen baezana del Rosario.


Tras 1808, con la invasión francesa, desapareció la imagen desconociéndose las circunstancias. Es creencia popular en la población, la que sostiene algún historiador que la imagen fue trasladada al convento de la Encarnación, de carmelitas descalzas, hecho improbable puesto que las monjas abandonaron el convento ese año; con su pérdida concluye el patronazgo de la citada Virgen sobre la ciudad, vigente durante casi dos siglos. 



FOTOGRALERIA














LOCALIZACIÓN






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